Krokodil, o también conocido por su nombre más formal "desmorfina", es una droga que si bien no es muy conocida en occidente ha estado afectado en gran parte a la población rusa en los últimos años. Ahora, existen dos casos en Estados Unidos y los expertos están preocupados que comience a propagarse en la población de manera rápida. Su bajo costo y sus efectos similares a la heroína la hacen una droga muy atractiva, pero sus consecuencias pueden costarle a alguien un brazo o pierna: Al inyectarse, el krokodil provoca que una profunda gangrena afecte a la piel del drogadicto, pudriéndola y llegando a situaciones en donde la persona queda con sus huesos expuestos, requiriendo así la amputación de sus extremidades.
A pesar de ser similar a la heroína, su efecto es mucho más corto. Dura alrededor de una hora y media, y toma de treinta minutos a una hora prepararlo. Para evitar el síndrome de abstinencia, los adictos se ven obligados a estar en un ciclo de preparación e inyección continuo. Debido a esta rutina, aquellas personas que consume krokodil solo viven por dos o tres años tras comenzar su addición a esta droga.
El proceso de desintoxicación de esta droga dura al menos un mes.